¡¡¡Qué lástima, con la ilusión que teníamos!!!, pero no sólo de ilusión viven los
senderistas, por lo menos es necesario
que no llueva como nunca ha llovido justo en el momento de salir. Cayó tanta agua que en Villagonzalo se
levantaron alcantarillas que nunca en su vida se habían movido de su sitio, porque el agua “iba para atrás”.
Con las previsiones que había, ya
desde los días anteriores, cambiamos el itinerario tres veces. Todos sabéis que
nuestro pueblo es llanito y sus alrededores están llenos de arroyos, todos desbordados, por donde caminan las aguas para unirse al
Guadiana, en cuyas orillas se establecieron
nuestros antepasados galápagos y ahí seguimos, donde os esperamos el año
que viene.
Gracias a los que se presentaron y se quedaron a tomar una
cerveza con chistorra. Los que no
vinieron están de sobra comprendidos.
Os deseamos a todos rutas soleadas.
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